-Tengo miedo.
-No hay por qué temer.
-Hay mucho por lo qué temer.
-¿Es la oscuridad? Cierra los ojos y te guiaré.
-No, no es eso.
-Entonces ¿Es la mediocridad? Toma mi mano, juntos triunfaremos.
-No, tampoco.
-¿Es acaso el "Qué dirán"? Mírame a los ojos y olvídate de los demás.
-No, de ninguna manera. Puedo vivir en la oscuridad cuanto quiera, puedo superar la mediocridad y nunca me importará el "Qué dirán", no mientras estés a mi lado.
-En ese caso ¿A qué le temes?
-A perderte.
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